martes, 7 de noviembre de 2017

Ser feliz

Sin los niveles adecuados de serotonina no podemos ser, ni estar felices. Pero, qué es la serotonina? Es una mono-amina sintetizada por las neuronas del sistema nervioso central (SNC). Se le conoce como la hormona del placer. 
Es sintetizada por el aminoácido triptófano y funciona como modulador de otros neurotransmisores como la noradrenalina y dopamina (relacionadas con la ansiedad, miedo y agresividad). Entre sus principales funciones están: regular el apetito, el sueño, inhibir la ira, influir en la respuesta sexual, regular la temperatura corporal, regular el estado de ánimo, entre otras. Está directamente relacionada con la depresión, bajos niveles de serotonina se asocian a síntomas como: ansiedad, tristeza, migrañas, agresividad, problemas intestinales, etc. 
Los principales factores que causan la disminución son los siguientes: estrés, falta de sueño o los horarios irregulares, fumar, consumo de alcohol, consumo de azúcar simple y harinas refinadas, drogas, exceso de cafeína y algunos medicamentos.
Cómo aumentar los niveles de serotonina…
El ejercicio al aire libre, la meditación, terapias de relajación, un ciclo de sueño regular, comer chocolate negro y otros alimentos con triptófano como el plátano también ayuda, el consumo regular de omega 3 o alimentos que lo contengan como los frutos secos y realizar actividades que te gusten o resulten placenteras. Como ya lo habíamos mencionado anteriormente el triptófano es el aminoácido que afecta de forma positiva los niveles de serotonina, algunos de los alimentos con alto contenido de triptófano son: cacao, chocolate amargo y semiamargo, plátano, fresas, piña, cereza, leguminosas, aguacate.


Aparte de todo lo mencionado existen otros factores como los genéticos que interfieren en estos procesos. Los cambios que hagas en el día a día para estimular la producción de serotonina o evitar un déficit te ayudarás a reconocer si necesitas ayuda de un profesional, en caso de algún trastorno o si estás en tratamiento farmacéutico lo ideal es que además de modificar hábitos acudas con un psicólogo, terapeuta, médico especialista, etc.


jueves, 10 de agosto de 2017

Dieta Prehispanica


En el marco de la conmemoración del “Día Internacional de los Pueblos Indígenas” , celebrado el día de ayer, fecha instaurada por la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU), es importante dar relevancia a las características de la “dieta del mexicano” y la “dieta prehispánica” que se puso de moda recientemente.



Las flores, plantas comestibles, semillas y los insectos han formado y forman parte de la alimentación tradicional, conformando la dieta prehispánica, la cual se fue perdiendo con el paso del tiempo, gracias a la interacción entre los pueblos. 
Entre las principales características de esta dieta se encuentran:

Plantas

Se empleaba el maguey, los quelites, nopales, maíz, frijol, amaranto, algas, chilacayotes y muchas otras frutas y verduras que seguimos consumiendo hasta el día de hoy.

Grasas vegetales

Utilizaban poca grasa en sus comidas, la chía era una de sus fuentes de ácidos grasos esenciales



Insectos

Consumían más de 200 especies de insectos dependiendo la temporada, jumiles, escarabajos, hormigas y gusanos, entre otros.

Semillas

Era común el fermentado de agaves, de frutas, semillas y maíz, para obtener bebidas que por lo general se consumían en fiestas sobretodo de índole religioso. Además preparaban postres o consumían las semillas solas para obtener energía.

Endulzantes

Destacan el chocolate, la miel y la caña de azúcar.


Existen muchos alimentos y preparaciones que se consumen hoy en día, gracias a sus conocimientos, los pueblos indígenas, aprovechan lo que les ofrece cada estación del año, los distintos climas y altitudes, les permiten cosechar o recolectar alimentos. Por ejemplo, tenemos al pueblo raramuri que habita la sierra Tarahumara; en el estado de Chihuahua, donde en época de lluvias crecen diversos hongos comestibles, en el mes de mayo hacen su festival del hongo, ya que son de temporal.  Los cuecen casi al vapor o los guisan combinándolos con chile, tomate y cebolla. Hay otros hongos de color naranja que también son sabrosos; se comen cuando están tiernitos. “El hongo llamado repoma nace donde hay tierra blanca; en tierra negra no prospera. Cuando no llueve, no hay hongos” (CONACULTA, 1999).

Los quelites son otra comida importante, pues son fuente de vitaminas y minerales; además tienen fibra. La llamada chilaca sabe bien asada; se puede acompañar con granitos de elote. Si se comen con frecuencia fortalecen los dientes. Otros quelites son el pamita, el mostaza, el pata de cuervo, el orégano coyote, y la verdolaga cuyas hojas son muy tiernitas y blanditas. (Albino Mares, Comida de los tarahumaras, Conaculta 1999). Junto al maíz crecen las calabazas, el chile y el frijol. El pinole, las tortillas y los elotes son muy importantes en la dieta rarámuri.


Por su parte los huicholes, forman uno de los grupos étnicos mejor preservados en su cultura tradicional; son celosos de sus costumbres. Su cosmogonía gira alrededor de la trilogía sagrada: maíz, peyote y el venado. Sus comidas tienen un alto contenido simbólico en las muy variadas fiestas religiosas.  Ellos al consumo el tejuino que viene siendo el mismo que el tesgüino que consumen los rarámuris, pimas y guarjios del norte del país, bebida ceremonial hecha a base de maíz fermentado.

Los mayas al igual que hicholes y raramuris tenían como base de alimentación el maíz, con el cual preparaban tamales y tortillas. Su técnica de cocina mas utilizada era el hornear bajo tierra, llamado pibil. Ellos en vez de quelites consumían la chaya. Otros alimentos importantes eran derivados del cacao, ahí elaboraban el xocolatl. Lo preparaban con agua, no con leche. El agua nunca la consumían sola, la mezclaban con maíz, frutas, hojas y otros ingredientes. Sus bebidas ceremoniales eran el Sakab y el balché, endulzados con miel y elaborados a base de maíz.

Huicholes, rarámuris y mayas, son sólo un ejemplo, existen muchas otras etnias a lo largo y ancho del país que conservan su dieta tradicional y guardan similitud en su forma de vestido, vicienda y alimentos: tepehuanes, guarojios, triquis, mazatlecos, pimas, tzotziles, otomíes, zapotecos, nahuas, coras, etc.

Se realizó recientemente un estudio a cargo del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), en el cual se encontró que la dieta prehispánica a base de maíz, frijol, nopal, jitomate, semilla de calabaza y chía, mejora el metabolismo y la flora intestinal, lo que la hace altamente efectiva para reducir el sobrepeso y la obesidad.

“Después de varios meses de consumirla, medimos qué pasaba en el hígado, en el tejido adiposo y en la microbiota intestinal, observamos una mejoría en los parámetros bioquímicos en comparación con los que consumieron una dieta alta en grasa, además de que la cantidad de tejido adiposo era menor comparado con los animales que consumieron dieta alta en grasa.”

El nopal posee fibra soluble y un índice glucémico bajo que ayuda a que no se eleven las concentraciones de glucosa; por su parte el frijol es una de las mejores fuentes de proteína, fibra y almidones resistentes que sirven como alimento a las bacterias benéficas del intestino.



En general, diversos pueblos indígenas tenían el ideal de una buena alimentación. Mucha de esta comida, que aún perdura hasta hoy, puede ayudar a equilibrar tu consumo y tener un peso ideal, sin que falte algún tipo de nutriente en tu dieta. Es importante resaltar que consumir este tipo de dieta es más sano porque de entrada no hay alimentos envasados, con conservadores y sustancias añadidas. En México actualmente, se cultivan de manera natural maíz criollo, nopal, calabaza, frijol y los demás componentes de la dieta prehispánica.